Muerte y resurrección de «Me Tienes Tú Contento»
El pasado martes, el blog de descargas musicales «Me tienes tú contento» desaparecía del mapa sin previo aviso, al igual que ocurrió el pasado año con indiecaciones. Es una verdadera lástima que blogs como éste, que tanto han hecho y hacen porque conozcamos músicas alejadas de los circuitos más comerciales (en el caso de «Me tienes tú contento», con especial atención a la música española), se cierren sin más. Por varias razones: una de ellas porque los autores de estos blogs (al igual que un servidor) no sacan ningún tipo de beneficio de ello, la otra porque dan a conocer grupos que de cualquier otro modo hubiésemos dejado pasar. Así que, al fin y al cabo, lo que hacen es dar popularidad a grupos y artistas que luego tienen la posibilidad de dar conciertos y actuar en festivales sin necesidad de haber vendido miles de copias de esos discos.
Os daré un ejemplo que todos entenderéis y que siempre comento con mis amigos cuando hablamos de la tan temida ley Sinde. Todos habéis escuchado a Crystal Castles el año pasado, ¿verdad? Si alguien no lo ha escuchado es porque la red de redes no llega a su casa (o simplemente porque no le apetecía, vaya). Crystal Castles no son precisamente un grupo que haga música para el gran público. Su propuesta es «underground» del de verdad. Si no fuese por internet, las descargas ilegales y la mayor revolución musical de esta década (me refiero al Spotify), los Crystal Castles no habrían conseguido hacer una gira mundial como la que están llevando a cabo, que les traerá por segunda vez a España en este 2011 el próximo mes de junio.
Lo que quiero decir con esto es que el verdadero problema no somos los que nos descargamos discos y luego pagamos por ver a esos grupos tocando en directo, sino los que se lucran con la piratería.
Ya me he ido por los cerros de Úbeda, perdonadme. La buena noticia en todo caso es que hoy jueves, «Me tienes tú contento» ha resurgido de sus cenizas cual ave Fénix. Olé. Porque la música hay que escucharla, bailarla y, sobre todo, compartirla.
Os daré un ejemplo que todos entenderéis y que siempre comento con mis amigos cuando hablamos de la tan temida ley Sinde. Todos habéis escuchado a Crystal Castles el año pasado, ¿verdad? Si alguien no lo ha escuchado es porque la red de redes no llega a su casa (o simplemente porque no le apetecía, vaya). Crystal Castles no son precisamente un grupo que haga música para el gran público. Su propuesta es «underground» del de verdad. Si no fuese por internet, las descargas ilegales y la mayor revolución musical de esta década (me refiero al Spotify), los Crystal Castles no habrían conseguido hacer una gira mundial como la que están llevando a cabo, que les traerá por segunda vez a España en este 2011 el próximo mes de junio.
Lo que quiero decir con esto es que el verdadero problema no somos los que nos descargamos discos y luego pagamos por ver a esos grupos tocando en directo, sino los que se lucran con la piratería.
Ya me he ido por los cerros de Úbeda, perdonadme. La buena noticia en todo caso es que hoy jueves, «Me tienes tú contento» ha resurgido de sus cenizas cual ave Fénix. Olé. Porque la música hay que escucharla, bailarla y, sobre todo, compartirla.
La verdad es que ahora mismo internet y las descargas ilegales son la piedra angular de cualquier campaña de lanzamiento de un grupo emergente. Pienso en Arctic Monkeys, Vetusta Moral, The Pains of Being Pure at Heart o los Crystal Castles que tú mismo citas y me parece obvio que los buenos grupos se consolidan gracias al boca-oreja y en cambio son los que las multinacionales quieren meternos por las orejas a presión, con sus videoclips llenos de carne y poca ropa, los que van realmente jodidos con las descargas… Por mí perfecto, vamos.
Me ha encantado lo de Vetusta "Moral", jajaja. Totalmente de acuerdo por lo demás. Además, lo del boca-oreja no es nada nuevo. Si no fuese por las grabaciones que hacíamos de cassette a cassette, el "Nevermind" de Nirvana o el "Grace" de Jeff Buckley (incluso otros más recientes como el "OK Computer" de Radiohead, que también tuve en cassette) no hubiesen gozado de la popularidad que tuvieron en su día y tienen hoy mismo.
Jajaja, lo de Vetusta Morla fue un error al teclear, aunque "moral" no les falte a estos muchachos… 😉 Debe ser que con la inminencia de su nuevo disco me pongo nervioso sólo con teclear su nombre, jeje.
Totalmente de acuerdo en lo de los cassettes. Antes no se armaba ningún revuelo y todos nos copiábamos los discos de nuestros conocidos en cintas. Si no llega a ser por los greatest hits I y II de Queen que me grabé en cinta de los discos de mi tío, nunca hubiera llegado a admirar a la banda de Freddie Mercury (que fue, por cierto, con la que me picó el gusanillo de la música más allá de "me gusta/no me gusta").