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Cultura Quente 2011 (viernes)

No cabe duda de que el festival Cultura Quente se ha convertido ya en un evento de referencia dentro del verano musical gallego. Durante más de 10 años, el festival ha ido evolucionando y nos ha dejado conciertos memorables (Mando Diao, Kula Shaker, White Rose Movement u Ocean Colour Scene, por citar sólo algunos), pero el cambio de la entrada, que ha dejado de ser gratuita, se ha hecho notar. Y no es que fuese cara en absoluto (si comparamos el precio con el de otros festivales como Vigo Transforma o el Festival do Norte y teniendo en cuenta el cartel, era una ganga), pero no todo el mundo estaba dispuesto a pasar por caja para seguir disfrutando de un festival que siempre le había salido por el mismo precio que el aire que respiraba.

Poco antes de las 8 de la tarde llegamos a Caldas de Reis. Ni los habituales atascos, ni problemas de aparcamiento y pocos festivaleros por la calle. A la entrada del recinto, muchas casetas para poco público y el horario de los grupos escrito a rotulador azul y pegado a las casetas. Por primera vez en la historia del Cultura Quente no había ni un pequeño folleto ni nada semejante para tener a mano la información de grupos y horarios. Tanto es así que más de uno se plantaba ante la caseta para sacarle una foto con el móvil a los horarios. Que lo malo no es que no haya horarios, sino que se prescinda de más cosas justo el año en que se empieza a cobrar entrada. Lo mismo pasó cuando nos acercamos al escenario y comprobamos que por primera vez en los últimos años se había prescindido de las pantallas a ambos lados del escenario, probablemente porque la asistencia que se esperaba permitiría al público ver sin problemas a los grupos.

Los encargados de abrir el festival eran El Columpio Asesino. Pese a ser los primeros, consiguieron reunir a un buen puñado de gente en la Carballeira deseoso de escuchar sus canciones. Venían a presentar «Diamantes» (2011), su nuevo disco, pero arrancaron con su versión del «Vamos» de Pixies a todo meter. Desde el primer momento fueron ganando adeptos con su rockero directo. En su repertorio destacaron especialmente las canciones de su nuevo trabajo como la que da título al disco, «Diamantes», «On the Floor» (versión en castellano de un tema de We Are Standard) o «Dime que Nunca Lo has Pensado». Para acabar, el single de presentación de este disco, «Toro». Dieron un gran concierto y el suyo fue uno de los mejores directos del viernes, en el que hubo un claro triunfo nacional.

Los brasileños Do Amor, sin embargo, no convocaron ni a la mitad de público que El Columpio Asesino. Puede que también en ello influyese su reciente presencia en el Vigo Transforma, aunque como un servidor se los había perdido, decidí darles una oportunidad. Presentaban su disco de debut y su pop/rock brasileño no sonaba mal, pero no llegaron a conectar con el público. De vez en cuando bailábamos un rato, pero pasadas unas cuantas canciones su música se volvía repetitiva.
Eladio y los Seres Queridos aparecen en prácticamente todos los carteles de los festivales gallegos, así que sólo sus mayores seguidores se quedaron a verles. El resto decidimos hacer un break fuera del recinto para recuperar fuerzas de cara al directo de Standstill.

El de Standstill fue uno de los conciertos más multitudinarios del viernes. Puede que ya hayan tocado bastantes veces por los festivales gallegos, pero nadie que los haya visto en directo quiere perderse uno solo de sus conciertos, incluido yo, que aproveché los espacios libres para «hacer valla» sin problemas. No hubo demasiadas sorpresas en su setlist. Como viene siendo habitual, comenzaron el concierto con «Todos de Pie (Prefacio)», que abre su magnífico «Adelante Bonaparte» (2010), mientras todos los que intentábamos sacarles fotos nos frustrábamos por las pocas luces que les iluminaban (esta penumbra también es parte de su estética sobre el escenario) y que hacían casi imposible retratar a Enric Montefusco en condiciones. Pese a la falta de sorpresas, Standstill tienen un directo demoledor y lo demostraron con canciones como «Moriréis Todos los Jóvenes», «Adelante Bonaparte (II)» o «El Resplandor», todas ellas de su último trabajo. Quizás sí me chocó que incluyesen «Hay Que Parar», una composión más pausada que, a priori, podría parecer que no encaja en una propuesta festivalera, pero que funcionó a la perfección.

Sin embargo, siguen siendo sus canciones de «Vivalaguerra» (2006) las que despiertan mayor interés en el gran público. «La Mirada de los Mil Metros», «¿Por Qué Me Llamas a Estas Horas?» o «1,2,3, Sol» son ya imprescindibles en su repertorio y la gente espera escucharlas para corearlas dando botes. Conforme iba llegando el final también aparecían canciones de su primer disco en castellano, «Standstill» (2004), como «Feliz en Tu Día» o la maravillosa «Cuándo». Para rematar la jugada, «Adelante Bonaparte (I)» ponía el broche final a un concierto que a muchos se nos antojaba díficilmente superable como lo mejor de la jornada.

The Undertones me sorprendieron gratamente. Su vocalista, Paul McLoone (Feargal Sharkey, el vocalista original, no quiso participar de la reunión del grupo en 1999), lo dio todo sobre el escenario desde el primer momento. Apareció trajeado, con una estética que recordaba mucho a la de Morrissey y al que también se asemejaba en su manera de moverse sobre el escenario. Los irlandeses demostraron que la experiencia es un grado y que aún tienen mucho que decir sobre los escenarios. Por supuesto, no faltaron en su repertorio sus canciones más conocidas como «Teenage Kicks», «Here Comes the Summer» o «You’ve Got My Number (Why Don’t You Use It?)». Se ganaron a todo el público y demostraron que el rock no tiene edad. Bravo por ellos.

Klaxons partían como favoritos y plato fuerte de la noche del viernes. Salieron a escena con «Atlantis to Interzone» y sus fans comenzaron a saltar. Tampoco faltaron canciones de «Surfing the Void» (2010) como «Twin Flames» o la genial «Echoes», pero si hubo un momento destacado de su concierto fue cuando sonó «Golden Skans» y su célebre «uh-uh» cuando el público se mostró más volcado. Sonaron muy bien y hubo otros momentos destacables como «Two Receivers», pero les faltó algo. No llegaron a conectar del todo con el público (al menos con los que no eramos grandes fans) y eso se notó. Con «It’s Not Over Yet», una versión del grupo Grace, daban por finalizado un concierto de apenas 45 minutos.

A los parisinos Jamaica les tocó un hueso duro de roer. Además de la progresiva desaparición de público tras los Klaxons, que acabaron antes de lo previsto su concierto, eran ya las 3 de la mañana y no estamos hablando de un grupo muy popular en España. Venían a presentar su debut, «No Problem» (2010), que suena bastante bien. Lo tocaron prácticamente en su totalidad, incluyendo temas como «The Outsider», «By the Numbers», «Jericho» o «I Think I Like U 2». Destacaron temas como «Short and Entertaining» o «When Do You Wanna Stop Working?», pero el concierto no acabó de despegar. Y no por su música, que sonaba muy bien, sino porque el cansancio hacía ya mella en los presentes. Pese a ello hicieron un buen trabajo sobre el escenario en los escasos 30 minutos que duró su actuación.

Agotados ya, decidimos retirarnos antes de la actuación de Caino & Zinqin y recuperar fuerzas para los conciertos del sábado.

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