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La vida te da sorpresas. Los Oscars, no.

Con todas las ceremonias previas de entrega de Globos de Oro, Spirit Awards y un largo etcétera, los premios Oscar suelen estar bastante cantados. No es que hayan sido no merecidos o injustos, lo que son injustas son las nominaciones. ¿Cómo es posible que Ryan Gosling no fuese nominado ni por «The Ides of March» ni por «Drive»? ¿Por qué Carey Mulligan no fue nominada por «Never Let Me Go», «Drive» o «Shame»? ¿Dónde está la nominación de Michael Fassbender?
Porque aunque no pensasen en entregarle premio alguno, la nominación, al menos, sería un reconocimiento a su trabajo.
Billy Crystal era el encargado, por novena vez, de presentar la ceremonia. Como viene siendo habitual, el montaje con las películas nominadas y la presencia ex profeso de George Clooney o Tom Cruise abría la entrega de premios (lo mejor, la caracterización de Crystal como Tintín). Hubo también bromas sobre el nombre del Kodak Theatre, que dejará de llevar el nombre de la mítica marca fotográfica en la próxima edición. También hubo canciones sobre las nominadas a cargo de Crystal, por supuesto, y un espectacular homenaje al cine a cargo del Cirque du Soleil, que recibió la primera ovación en pie de la noche.

Pero sin duda fueron Emma Stone y las chicas de «Bridesmaids» quienes hicieron gala de su sentido del humor durante la gala. Stone estuvo soberbia bromeando sobre su primera vez entregando un Oscar y coqueteando con el nominado a Mejor Actor de Reparto Jonah Hill, su partenaire en «Supersalidos». Kristen Wiig y sus chicas presentaron los tres premios para cortometrajes, y habían comenzado un juego en anteriores entregas de premios en el que tenían que tomarse un trago cada vez que alguien dijese «Scorsese», lo que hicieron la nominada a Mejor Actriz de Reparto Melissa McCarthy y Rose Byrne.
Zach Galifianakis y Will Ferrell también pusieron su nota humorística al presentar el Oscar a Mejor Canción, que finalmente iría a parar a Brett McKenzie («The Flight of The Conchords»), por «Man or Muppet», de «The Muppets». Aunque merecido, daba bastante pena ver que sólo había dos canciones nominadas (y una era de Carlinhos Brown, con eso lo digo todo).
Durante el recordatorio a los fallecidos el pasado año, Esperanza Spalding interpretó la archiconocida hasta la saciedad «What a Wonderful World», de Louis Armstrong.

Pero vayamos ya con los premios. «The Artist» y «La Invención de Hugo» empataron en número de estatuillas. «La Invención de Hugo», de Martin Scorsese, se llevó 5 estatuillas, sin embargo todas ellas fueron en categorías «técnicas»: Fotografía, Dirección Artística, Edición de Sonido, Mezcla de Sonido y Efectos Visuales. Por otro lado, «The Artist», de Michel Hazanavicius, se llevó el gato al agua en algunas de las categorías reina: Película, Director, Actor, Música y Vestuario. No hubo ninguna dedicación espectacular, quizás por lo acostumbrados que estaban ya a llevarse premios, pero Hazanavicius coincidió en su dedicatoria a Billy Wilder (tal como hiciera Fernando Trueba al llevarse el Oscar por «Belle Epoque», pero que no lo consiguió por «Chico y Rita»).
El resto de los premios fueron muy repartidos. Christopher Plummer recibió una larga ovación y puso al público en pie cuando subió para recoger el Oscar a Mejor Actor de Reparto por la preciosa «Beginners», de Mike Mills. A sus 82 años, recibió el primer Oscar de su carrera y lo agradeció en el discurso más emocionante de la gala. Octavia Spencer se llevó el de Mejor Actriz de Reparto por «The Help», de Tate Taylor.
Estaban cantados también los de Jean Dujardin a Mejor Actor por «The Artist» y Meryl Streep, que se llevó su tercer Oscar a Mejor Actriz por «La Dama de Hierro». No fue sin embargo el único premio para el film, ya que el Oscar al Mejor Maquillaje recayó en la película, por su caracterización de Meryl Streep como Margaret Thatcher.
«Los Descendientes», de Alexander Payne, y «Midnight in Paris», de Woody Allen, tuvieron que conformarse con sendas estatuillas a Mejor Guión Adaptado y Mejor Guión Original, respectivamente.
«A Separation» se llevó el de Mejor Película Extranjera para Irán y el remake de David Fincher, «The Girl with the Dragon Tattoo», se llevó el de Mejor Montaje.
Por último, en animación Gore Verbinski ganó el de Mejor Película por «Rango» y William Hoyce y Brandon Oldenburg se llevaron el de Mejor Cortometraje por el maravilloso «The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore».
Aunque ya no partían como favoritas, las grandes derrotadas fueron «Moneyball» y «War Horse», que se fueron con las manos completamente vacías.

Pocas sorpresas, casi ninguna, en una noche en la que todo estaba ya escrito. Hollywood es así. Quizás si no se llevasen decenas de premios antes, al menos siempre habría sorpresas, ¿no?

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