Y el ganador de Eurovisión 2016 es… Justin Timberlake
En una actuación de 7 minutos que incluyó una pequeña introducción con «Rock Your Body», Timberlake, arropado por una gran banda, volvió a demostrar con «Can’t Stop the Feeling!» que sigue siendo el más digno sucesor del gran Michael Jackson. Una actuación con un público de cerca de 200 millones de teleespectadores a nivel europeo que da una difusión a la canción de Timberlake que difícilmente alcanzaría en cualquier otro espectáculo televisivo.
Respecto a la gala en sí, poco más tengo que aportar. Jugamos como nunca, perdimos como siempre. Por primera vez en mucho tiempo, las cosas se hicieron como debían. Una canción pegadiza, letra en inglés (del de verdad, no del de la Rosa de España) e incluso gira previa europea para dar a conocer la canción. En directo la puesta en escena y los bailes nada tuvieron que envidiar a los demás participantes.
Barei y su «Say Yay!» puso a todos a bailar y fue una de las actuaciones en las que el artista más interactuó con el público. Parecía, en el mejor de los sentidos, un concierto de verdad.
Lo malo fue que las quinielas y las casas de apuestas se equivocaron de pleno. Partía como una de las favoritas (subió al tercer lugar tras su actuación, incluso), pero el caprichoso sistema de votación (un jurado elegido en cada país) no nos benefició demasiado. Si no me equivoco, tan solo Italia nos dio 12 puntos. Lo más irónico es que en cabeza iba Australia, que ya no es «sólo» que no sea un país europeo, es que es, directamente, otro continente. Y, claro, las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar.
Hasta ese momento no nos iba tan mal (entre comillas). Manteníamos una posición bastante digna en la mitad de la tabla (decimotercer lugar) y en las redes sociales Barei era la artista más comentada, incluso por el cómico Ricky Gervais.
Pero llegó el televoto. Un sistema que Dios sabrá como demonios funciona y que, sumado a los votos de los jurados echó por tierra todo lo logrado anteriormente, relegándonos a un más que injusto puesto 22 y quitándole a Australia una victoria que parecía cantada.