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Festival Vodafone Paredes de Coura 2016 (sábado 20)

El final había llegado. El cuarto día del festival reunía a nombres como Cigarettes After Sex, Portugal. The Man o The Tallest Man On Earth, con CHVRCHES como cabeza de cartel. Sin embargo, y en esta crónica lo explicaremos, los escoceses no fueron los protagonistas del día. 
Abrían el Palco Vodafone FM los portugueses GrandFather’s House. El grupo, procedente de Braga, acaba de publicar «Slow Move» (2016), su primer LP, y venían a presentarlo a Paredes de Coura. Llenos de energía, Rita Sampaio y los suyos mostraron con canciones como «Sweet Love Making» o «My Love» una mezcla de pop, rock y electrónica caracterizada por el contraste de su voz con los guitarreos y ritmos de batería más contundentes. Lógicamente, el público aún no era demasiado numeroso a esa hora, pero los presentes disfrutamos de su directo. 

Tenía muchas ganas de ver a The Last Internationale en directo, y lo cierto es que no me defraudaron. El dúo neoyorquino, formado por Delila Paz y Edgey Pires, además del batería que les acompaña en directo, dio una buena lección de rock en el sentido más clásico, sin trampa ni cartón. Su carácter revolucionario quedó claro desde el primer momento, cuando salieron al escenario mientras sonaba «The Revolution Will Not Be Televised», de Gil Scott-Heron. Abrieron con «Killing Fields», uno de los temas más potentes de su único disco hasta el momento, «We Will Reign» (2014), para luego seguir con «Life, Liberty, and the Pursuit of Indian Blood», con el que lograron ya la complicidad del público. Edgey no dejó de alzar el puño y poner poses guitarreras, pero el peso del conjunto lo llevaba Delila, con su voz y su innegable carisma. Sonaron también «Fire» o «We Will Reign», y además presentaron dos temas nuevos, «Modern Man» y «Hard Times» (días después supimos a través de las redes sociales que se pasaron por los estudios Sá de Bandeira en Porto para grabar su nuevo disco).

Los momentos estelares llegaron con «Wanted Man», la más coreada y jaleada por los presentes, y con «1968», a la que acompañaron de una proyección de fotografías de la Revolución de los Claveles portuguesa. Fue uno de los mejores conciertos del día y pudimos verles sin agobios desde las primeras filas, disfrutando cada acorde y cada nota. Delila ya es una de nuestras rockeras favoritas, sin duda.

Los lisboetas Capitão Fausto lograron un lleno espectacular. No eran los cabezas de cartel, pero no cabe duda de que son un grupo de gran éxito en Portugal. Si tengo que establecer una comparación patria, yo diría que podrían ser el equivalente a los Lori Meyers españoles, pero a los de la primera época, más cerca de los sonidos pop de los sesenta y los setenta. Esas influencias de gente como The Kinks o The Beach Boys se dejan notar en canciones como «Morro na Praia» o «Amanhã Tou Melhor». Indie pop portugués amable y muy disfrutable que hizo disfrutar (y mucho) a todo el público. Habrá que seguirles la pista.

Enésima banda en apuntarse al revival post-punk, los rusos Motorama recuerdan demasiado a gente como Interpol. No suenan mal, pero basta escuchar un par de canciones para comprobar que su música enseguida se vuelve monótona. Quieren convertirse en los Joy Division rusos incluso en las voces, ya que la de Vladislav Parshin trata de acercársele, aunque se queda más cerca de sus imitadores que del Ian Curtis original. Poco más que añadir cuando se trata de un campo tan trillado en los últimos años.

El sueco The Tallest Man On Earth llegó a Paredes de Coura acompañado de su banda. Con sus emocionantes canciones folk y su carisma sobre las tablas, nos cautivó desde el primer acorde. Las maravillosas «Darkness of the Dream», «The Wild Hunt» o «Wind and Walls» ya nos engancharon, pero fue él sólo con su guitarra interpretando el increíble himno «Love Is All» el que acabó llegándonos al corazón. No faltaron otros temas emocionantes como «Sagres» o esa carta de amor a España que es «King of Spain». 

Un concierto hermoso hasta decir basta que acabó con «Dark Bird Is Home» y «Like the Wheel», con Kristian Matsson sólo con su guitarra y los coros de su banda, emocionando a todos los presentes. Fue mágico. El propio Matsson reconoció que era el concierto más especial de esta gira y acabó por emocionarse. Pocas veces hay una química así en directo y, cuando se crea, parece magia. Los Kings of Convenience lo lograron en el festival en 2011, y ahora The Tallest Man On Earth demostró que no será el hombre más alto del mundo, pero tampoco le hace falta. Su música te atrapa y logra sacar emociones de cada rincón de tu alma. Fue, por derecho propio, uno de los héroes del día y de esta edición del festival.

No cabía un alfiler para ver a Cigarettes After Sex, el proyecto del norteamericano Greg Gonzalez. El Palco Vodafone FM se quedó francamente pequeño para ver un concierto muy esperado y exclusivo, única parada en toda la península de la gira europea de la banda. Una gran expectación por ver a una banda que apenas ha publicado un EP y un single, pero que ya cuenta con el favor del público. «Starry Eyes» o «I’m the Firefighter» demostraron que la belleza de sus canciones y de la voz de Gonzalez sólo crece en directo. Su versión de «Keep On Loving You» de REO Speedwagon logró hipnotizarnos, y aprovechó para presentar algunas canciones nuevas como «Flash» o «Sunsets», que formarán parte del nuevo trabajo discográfico del grupo que se publicará en 2017.

Quedaban aún algunas de las canciones más queridas por los fans. «Affection» o «Dreaming of You» hicieron soñar a los devotos seguidores, que aplaudían encarecidamente después de cada canción. «You’re beautiful» repetía sin cesar Gonzalez, agradeciendo la respuesta del público. La maravillosa «Nothing’s Gonna Hurt You Baby» cerró uno de los pocos conciertos en los que hubo bis con «Young and Dumb», una de sus nuevas composiciones. Cigarettes After Sex dieron uno de los conciertazos del día y volvieron a poner las emociones a flor de piel.

Tras aprovechar para comer algo caliente (el frío por las noches se te llega a meter dentro), nos acercamos al Palco Vodafone para ver a Portugal. The Man. No sabría cómo clasificar la música de esta banda procedente de Alaska, con influencias del britpop, el rock alternativo o el rock psicodélico. «Got It All (This Can’t Be Living Now)», «Evil Friends» o «Everything You See (Kids Count Hallelujahs)» dan cuenta de lo distintas que llegan a ser sus canciones, siempre con los falsetes imposibles de John Gourley. Cayó también una versión, la del «Don’t Look Back in Anger» de Oasis, con una gran acogida entre el numeroso público.

Fue otro de los grandes conciertos del día, y «Modern Jesus», «Holy Roller (Hallelujah)» o «Purple Yellow Red and Blue» lograron la complicidad con los presentes. Zachary Scott Carothers recordó su paso por el festival en 2009 y el inolvidable concierto que dieron entonces los Nine Inch Nails en la que, por aquel entonces, iba a ser su gira de despedida. 

Hay que reconocer que tienen algo que engancha en directo. No son el típico grupo indie, ni el que vende más discos, pero en concierto ganan muchísimo y lo dan todo sobre el escenario. Para muchos fue el gran concierto del día.

Los CHVRCHES lo tenían todo para ganar y poner el broche de oro al festival. Salieron poniendo toda la carne en el asador con «Never Ending Circles», para luego seguir con «We Sink», «Keep You On My Side» o «Make Them Gold», pero el público no respondió. La acogida de los presentes fue, mayoritariamente, no ya fría, sino gélida. Tanto es así que Lauren Mayberry llegó a decir: «No sé si en Portugal gustan los CHVRCHES o no, ya que no venimos mucho por aquí. En cualquier caso, tenemos todavía como 10 canciones más para vosotros.» Se hace difícil disfrutar cuando entre miles de personas sólo unas pocas (muy pocas) coreamos y bailamos las canciones, disfrutando del concierto, y no debió ser plato de buen gusto para el trío escocés. Aún así, el espectáculo debe continuar y lo dieron todo sobre el escenario como si tal cosa. «Empty Threat», «Gun» o «Under the Tide»  cayeron en un setlist lleno de singles, pero ni siquiera temas como «Recover» lograron empatizar con los presentes. 

Mayberry no dejaba de dar saltos, de recorrer el escenario, bailar y cantar tratando de animar el cotarro. Ni «Bury It», ni «Leave a Trace», ni siquiera un himno tan infalible como «Clearest Blue» consiguió hacer saltar al público, por amor de Dios. Acabaron con «The Mother We Share» , quizás la que más llegó a animar a los presentes, minutos antes de tiempo. Algunos incluso tuvieron el valor de quejarse de que la actuación (de cerca de una hora de duración) fue corta, pero a ellos tuvo que hacérseles eterna. Que el público no responda cuando eres uno de los cabezas de cartel y lo estás petando en todo el mundo no debe ser en absoluto agradable. Una lástima, porque ni siquiera sus fans pudimos disfrutarlo como nos hubiese gustado.

Hasta aquí la crónica de esta 24ª edición del festival Vodafone Paredes de Coura. En estos cuatro días volvimos a enamorarnos del ambiente festivalero, de esta especie de Woodstock portugués en plena naturaleza que nos dejó conciertos inolvidables como cada año y nos descubrió grupos nuevos. Cuatro días en los que desconectar del mundo y aislarse en busca de la felicidad. El próximo 2017 se celebrará la 25ª edición del festival los días 16, 17, 18 y 19 de agosto. Ya estamos marcando las fechas en el calendario. Qué ganas de volver al Couraíso…

 Fotografías: Hugo Lima (cortesía de la organización del Vodafone Paredes de Coura)


 

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