Festival do Norte 2010 (viernes)
Los conciertos comenzaban el viernes con Emilio José, al que apenas llegué a escuchar su última canción. El público todavía era escaso, pero aproveché para ir cogiendo sitio dentro de la carpa de cara al concierto de Hola a Todo el Mundo. Para cuando la banda salió a escena, ya me encontraba directamente «haciendo valla». El grupo madrileño venía a presentar su álbum de debut. Su animada propuesta folk fue poco a poco ganándose al público pese a que el sonido en la carpa presentaba los mismos problemas de siempre (a menudo las voces apenas se entienden). Era una hora bastante temprana (las 7 de la tarde) y la propia banda se sorprendió de la buena acogida de su concierto. Quizás hubiese resultado todavía mejor en el escenario grande y a una hora más razonable, pero fue un buen concierto. El tono positivo y festivo de sus composiciones culminaba con buena parte del público acompañando con palmas y coreando nah-nah-nah en «A Movement Between These Two».
Quien roba a un ladrón, cien años de perdón. Eso es lo que deben pensar los vigueses Munich, que no tienen reparo alguno en copiar sonido y actitud de CatPeople, quienes a su vez se los copiaban a Interpol, quienes a su vez se inspiraban en… En fin, que no aportaban nada nuevo en absoluto en lo musical ni en lo estético. Eso sí, el hecho de ser una banda puente entre ambos escenarios hacía que su concierto fuese el más reducido, apenas media hora, lo que fue de agradecer.
Los próximos en salir a escena serían Dorian, pero un servidor todavía tenía en mente la lamentable imagen que dieron en Vigo el pasado mes de marzo, y por ello decidí tomarme un receso para reponer fuerzas y alimento. Cuando volvíamos, sonaba su hit «Cualquier Otra Parte», y el público parecía estar disfrutando del concierto. Con «Tormenta de Arena» acababan el recital saludando a la afición.
Como quien no quiere la cosa, ibamos avanzando hacia el escenario para ver de cerca a uno de los grupos que más ganas tenía de ver, Fanfarlo. La espera se iba haciendo cada vez más larga, y eran los propios músicos los que salían a escena para probar todos los instrumentos con no pocos problemas. Supongo que esto se debía a que quizás la banda no pudo probar sonido por la tarde, pero el retraso de 30 minutos sobre la hora previsto no benefició a nadie. Finalmente, el grupo salía al escenario entonando el «The Walls Are Coming Down» y la cosa se animaba.
La maravillosa música de la banda con la voz de Simon Balthazar al frente llamaba la atención de quienes no conocían a la banda. Pese a tener sólo un álbum en el mercado, el sonido del grupo en directo resulta tan increíble como en el disco. Sonaron, entre otras, «Harold T. Wilkins or How to Wait for a Very Long Time» o «Luna», que si no me equivoco fue la última que tocaron. Incluso la lluvia que cayó durante el concierto contribuía a darle un aura mágica a la música. Nos quedamos con ganas de más (el recital duró poco más de media hora), pero a mí personalmente me pareció el mejor concierto de los ofrecidos el viernes.
Llegaban algún tiempo después los «cabezas de cartel» de la jornada. Nada Surf es una de esas bandas que, pese a tener un puñado de buenas canciones en su haber, tienen una trayectoria de lo más irregular. Particularmente, a mí me gusta bastante «The Proximity Effect» (1998), pero sus últimos discos, en especial «Lucky» (2008) me dejan bastante indiferente. Además de ello, el grupo acaba de publicar «If I Had a Hi-Fi», un disco de versiones que denota falta de ideas.
En esta ocasión el trío venía acompañado por un miembro de Calexico, lo que reforzaba un poco su sonido. «Weightless», «Whose Authority» o «See These Bones» sonaban bien, pero no terminaban de convencer al público. Fue de agradecer que recordasen «80 Windows», una de sus mejores canciones, que salía enriquecida con el sonido de la trompeta de Calexico. Sin embargo lo que no convencía a nadie eran sus versiones. Tocaron una de The Go-Betweens e incluso se atrevieron con «Enjoy the Silence», ya mil veces versionada y que en su reinterpretación perdía toda la gracia. «Killian’s Red», «Blizzard of ’77» o «The Way You Wear Your Head» seguían trazando un repertorio de lo más irregular.
Cuando abandonaron el escenario, ninguno pensó que volverían, pero regresaron para un bis que nadie había pedido. Comenzaron con una versión de «Evolution», de Mercromina, en un español un poco macarrónico, para poco después acabar el concierto con «Always Love». No aportaron demasiado al festival y quizás no fuesen una buena elección como gran grupo del viernes.
Cerraban la primera jornada We Are Standard, pero no esperaba gran cosa de ellos. En cuanto pisó el escenario su cantante recordó lo ocurrido en una pasada edición del festival: Creo que la última vez que tocamos aquí os insulté un poco demasiado… Os jodéis. Empezamos bien. En lo relativo a la música We Are Standard suenan como otras mil bandas, música de baile que puede sonar bien un rato pero que a las dos canciones ya cansa mucho. Su líder insistía (parecía bastante puesto el hombre) y añadía Esperaba mucho más de Galicia. Nosotros también lo esperábamos de ti, pero no pudo ser, majo. Ni talento ni inteligencia.
Más fotos del festival aquí
En breve la crónica del sábado…
vaya garrulo el de standar! a mí emilio josé me mola, aunque ya se me está cayendo el mito un poco…
ah! y yo fui a un concierto de interpol y fue lo más aburrido de mi vida, mucho somos de new york, pero un fiasco.
Susines jota!
"Mi futuro es tan brillante que tendré que usar gafas de sol"…no hay culos por ningún sitio…
pues me pegaba más lo del culo, fíjate… hasta tenía más gracia…
Viendo como rajas de los grupos, esperamos que tú no tengas ninguno y, de ser así ya podéis ser Led Zeppelin 2 porque sino….menuda decepción. Ah, y tus críticas carecen de talento e inteligencia.
"Me río de tí y de tu sistema de valores."
Brais&Mookie