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Bodas de Oro: The Beatles – Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967)

Entre finales de mayo y principios de junio de 1967 se publicaba Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. Ni siquiera la wikipedia tiene claro el día exacto de su publicación, ya que en la entrada correspondiente al disco aparece el 26 de mayo como fecha de lanzamiento (el 2 de junio en EEUU), pero en otra lista de los discos editados ese año aparece la fecha de 1 de junio (y, curiosamente, en ese caso habría coincidido con la publicación del debut de un tipo rubio y desconocido por entonces, llamado David Bowie). En cualquier caso, estos días se celebran los 50 años de uno de los discos más populares de The Beatles.
Por aquel entonces, ya en agosto de 1966, The Beatles habían anunciado que dejarían de tocar en directo. En una época sin internet, fans y foros online, y donde los festivales eran algo todavía excepcional (Woodstock tuvo lugar tres años después, en 1969), ese tipo de promesas se cumplían. Quizás también fuese porque todavía se podía vivir de las ventas de discos y singles, y los cuatro de Liverpool ya habían hecho fortuna suficiente como para vivir sin preocupaciones durante unos años. 
Dado que no pensaban ni remotamente llegar a tocarlo en directo, se lanzaron a experimentar en el estudio, sabiendo con certeza que algunas canciones no podrían tocarlas en vivo con la tecnología de aquel entonces. 
Dejar de tocar en directo no fue una decisión inmediata. John Lennon fue el primero en aburrirse del contacto con el público masivo, diciendo que los conciertos de los Beatles ya no tenían nada que ver con la música, y que cuatro estatuas de cera de la banda hubiesen satisfecho a las masas. En sus conciertos ante el respetuoso público japonés en 1966 (por primera vez pudieron escucharse sin los gritos de groupies y demás), se dieron cuenta de que ya no sonaban tan bien como antes. Las canciones de «Revolver» (1966) ya eran casi irreproducibles en directo, y su gira por EEUU, marcada por estadios a medio llenar y un sonido mediocre, fueron la gota que colmó el vaso. 
En agosto de 1966, los Beatles decidieron tomarse unas vacaciones por separado. Paul colaboró con George Martin en una banda sonora, Lennon actuó en la película «How I Won the War», parte de la cual se rodó en Almería («Vivir Es Fácil con los Ojos Cerrados», de David Trueba, habla de ese rodaje), y conoció a Yoko Ono; Ringo pasó ese tiempo con su mujer y su hijo, y  George viajó a la India para aprender a tocar el sitar con Ravi Shankar. 
A finales de noviembre se reunieron en los estudios de Abbey Road. No había presiones. Podían permitirse el lujo de reservar por tiempo ilimitado el estudio y trabajar cuantas horas quisiesen. Tres canciones fueron las primeras que ocuparon su tiempo: «Strawberry Fields Forever», «Penny Lane» y «When I’m Sixty-Four», de las cuales sólo la última acabó en el disco.
«Strawberry Fields Forever» y «Penny Lane» fueron publicadas como un doble single ante las presiones de Brian Epstein, el mánager, y la discográfica EMI, que ansiaban nuevo material por el que los fans acudiesen de forma masiva a las tiendas de discos. Tras algunas malas críticas en la prensa británica a raíz del hecho de que no alcanzasen el número uno en listas, Epstein insistió en que aquellas dos canciones no apareciesen en el futuro álbum. George Martin, sin embargo, declararía años más tarde que excluir esos temas del disco fue el mayor error de su carrera. Pese a ello, la forma experimental y tan elaborada de grabar (se dice que le dedicaron más de 50 horas en el estudio) «Strawberry Fields Forever» marcaría el camino a seguir en «Sgt Pepper’s…»

Pero hagamos un repaso a las canciones. 13 temas forman el álbum, todos ellos compuestos por Lennon y McCartney, a excepción de «Within You Without You», de George Harrison, en el que se notan las influencias de su aprendizaje con Ravi Shankar y los sonidos de la India. Lo más curioso esta canción, la más psicodélica del conjunto, es que George Harrison no sólo la compuso y la cantó, sino que la grabó sin la participación de Paul, John y Ringo. Harrison reunió a un puñado de músicos indios que residían en el Reino Unido y la interpretó junto a ellos. Es sólo una muestra del distanciamiento cada vez mayor entre los miembros del grupo.

«Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band», el tema que le da título y abre el disco, es una introducción a la banda del Sargento Pimienta tocando un directo (incluso oímos ambiente del público antes de la música). La letra es toda una declaración de intenciones:


We’re Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band
We hope you will enjoy the show
We’re Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band
Sit back and let the evening go
Sgt. Pepper’s lonely, Sgt. Pepper’s lonely
Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band
It’s wonderful to be here
It’s certainly a thrill
You’re such a lovely audience
We’d like to take you home with us

We’d love to take you home


Ese «esperamos que disfrutéis del show» y «sois un público tan encantador» pretenden hacer sentir al oyente como si estuviese en un concierto. Seguidamente, presentan a Billy Shears, que no es otro que el «alter ego» de Ringo Starr, que canta «With a Little Help from My Friends», una canción sobre la amistad que un año más tarde versionaría Joe Cocker, alcanzando el número uno en el Reino Unido. «Lucy in the Sky with Diamonds» rompe ya, de alguna manera, el «concepto» del álbum. No guarda continuidad con los dos temas anteriores. La temática fantástica de la canción hizo que se especulase mucho con alusiones al LSD (las iniciales coincidían con el título del tema), pero en realidad se trata del título de un dibujo que el pequeño Julian Lennon hizo en la guardería. A partir de ahí, Lennon desarrolla un mundo que parece sacado de una obra de Lewis Carroll:

Picture yourself in a boat on a river
With tangerine trees and marmalade skies
Somebody calls you, you answer quite slowly
A girl with kaleidoscope eyes


Cellophane flowers of yellow and green
Towering over your head
Look for the girl with the sun in her eyes
And she’s gone

«Imagínate en una barca en un río/ con árboles de mandarinas y cielos de mermelada (…) Flores de celofán amarillas y verdes/ muy altas sobre tu cabeza/ busca a la chica con el sol en sus ojos/ y se ha ido…» No cabe duda de que «Lucy in the Sky with Diamonds» es una de las grandes canciones del álbum. «Getting Better» recuerda a los Beatles más clásicos. No desentonaría junto a temas como «Ticket to Ride», sino fuese por esa armonía vocal que recuerda a los Beach Boys de «Pet Sounds» (George Martin dijo en alguna ocasión que «Sgt Pepper’s…» no hubiese existido sin el clásico de Brian Wilson y compañía). «Fixing a Hole» fue la única canción que no grabaron en Abbey Road, sino en los estudios Regent Sounds. Aquí McCartney lleva el pulso en otra de las composiciones más psicodélicas del álbum.

«She’s Leaving Home» está inspirada en la historia de una adolescente que dejó la casa de sus padres dejándoles apenas una nota, y que fue publicada en su día por el Daily Mirror. Un cartel de un circo dio la idea a Lennon para «Being for the Benefit of Mr. Kite!». En ella Lennon presenta todos los números que tendrán lugar en la función benéfica a favor de Mr. Kite. 

La psicodelia de «Within You Without You», antes mencionada, parece suponer un punto y aparte en mitad del disco. «When I’m Sixty-Four» fue la primera canción compuesta para el disco, y en ella McCartney se pregunta si su amada le seguirá queriendo con el paso de los años. La letra de «Lovely Rita» demuestra, una vez más, que cualquier detalle podía inspirar la creatividad de The Beatles. Rita no es la chica de la que se enamoraron Paul o John en un bar, sino que es «la chica del parquímetro», que multó a Paul mientras estaba grabando en los estudios Abbey Road. De esa anécdota, la banda es capaz de sacar una divertida y pegadiza canción. Otra anécdota: Pink Floyd estuvieron presentes en la grabación del tema. Estaban trabajando en «The Piper at the Gates of the Dawn» (1967).

«Good Morning, Good Morning» habla de un día rutinario, de levantarse temprano para ir al trabajo y volver de noche, ya sea para volver a casa con tu pareja o salir de fiesta esperando encontrarte con esa chica.»Sgt. Pepper’s Lonely Heart Club Band (reprise)» no es más que una variación del tema que abría el álbum. Si al principio del disco nos daban la bienvenida, ahora los Beatles nos despiden.

Tara Browne junto a su esposa, Nicki

Para cerrar el álbum, llega la joya de la corona, «A Day in the Life». La letra de la canción es, prácticamente, un «collage». La historia de Tara Browne, heredero de la casa Guinness, y que había sido amigo de John y Paul, inspiró los primeros versos de la canción. Browne falleció en un accidente de coche cuando tenía 21 años.

I read the news today, oh boy
About a lucky man who made the grade
And though the news was rather sad
Well, I just had to laugh
I saw the photograph


He blew his mind out in a car;
He didn’t notice that the lights had changed
A crowd of people stood and stared
They’d seen his face before
Nobody was really sure if he was from the House of Lords 

«How I Won the War», la película que Lennon acababa de rodar recientemente en Almería, parece haber inspirado el tercer verso:

I saw a film today, oh boy;
The English army had just won the war
A crowd of people turned away
But I just had to look

Having read the book


En cuanto a la música, lo que empieza como una canción interpretada por el cuarteto, va creciendo junto al sonido de la orquesta, que partieron de la frase «I’d Love to Turn You On» que canta Lennon, para luego improvisar sobre ella hasta que comienza la parte de McCartney. La canción termina con un acorde en Mi mayor, que todos los músicos tocaron al mismo tiempo en diferentes pianos. Aumentando el volumen a medida que el acorde iba dejando de sonar, lograron que resonase durante más de 40 segundos.

Algunos críticos aclaran que, si llamamos al «Sgt. Pepper’s…» un álbum conceptual es porque los Beatles querían que el conjunto del disco fuese mucho más importante que la suma de las partes. En eso estoy totalmente de acuerdo. Fue concebido como una obra única, desde la maravillosa portada, en la que aparecen rodeados de actores o músicos, incluidas las estatuas de cera de los propios Beatles (probablemente un guiño a lo que Lennon había dicho de los conciertos); hasta las canciones, que funcionan como un conjunto perfecto con un final épico.

«Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» cumple 50 y ha envejecido la mar de bien. A ver si nosotros podemos decir lo mismo en el futuro.

 

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