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Latitudes (20 de agosto): el incombustible pasajero

Desde primeras horas de la tarde, quedó claro que la asistencia el sábado al festival Latitudes iba a ser mayor que la del viernes. El gran reclamo e indiscutible cabeza de cartel, Iggy Pop, sigue arrastrando fieles seguidores de todas las edades, e incluso los menos festivaleros se acercaron el sábado al Peirao de Trasatlánticos. 

furious monkey house latitudes 2022

Cuando llegamos al recinto, los pontevedreses Furious Monkey House ya habían empezado su concierto. Despojados en esta ocasión de los «monos furiosos», la banda capitaneada por Gonzalo Maceira lleva ya 7 años de carrera y 2 discos publicados. Los chavales, que empezaron a tocar cuando tenían entre 11 y 13 años, son ahora ya jóvenes músicos. Temas como «Echoes» o «Reckless» siguen manteniendo ese gusto por el rock alternativo de los 90, recordando a veces también a la primera época de los Paramore. Un buen comienzo para el segundo día del festival.

aphonnic latitudes 2022

Los vigueses Aphonnic, con más de 20 años en activo, aprovecharon la ocasión de subirse a un gran escenario en su ciudad. Jugaban en casa y eso se hizo notar en el cariño del público, que coreaba las letras de temas como «Cíclopes». El grupo de metal, afín a formaciones como Hamlet, pisó el escenario con fuerza, demostrando su buena forma. Letras comprometidas y metal potente para abrir antes de que la leyenda del punk saliese a escena.

iggy_pop_latitudes_vigo_2022

Luces fuera. Expectación máxima. La banda sobre el escenario. Sonaron las cuerdas del bajo de «Five Foot One» y La Iguana salió a escena brincando de un lado para otro. Poco le duró la americana puesta a Iggy Pop, apenas media canción. Le siguieron «T.V. Eye» y la celebérrima «I Wanna Be Your Dog», ambas de su etapa junto a The Stooges. Iggy comenzó a ladrar y el riff de guitarra inicial de «I Wanna Be Your Dog» desató la locura. El público coreaba con fuerza el estribillo e Iggy les ofrecía el micrófono para que cantasen. La noche prometía.

«The Endless Sea» seguía con un repaso de lo más destacado de La Iguana, pero bajaba también las revoluciones del público antes de uno de los momentos más esperados. Sonaban los acordes de «The Passenger» e Iggy volvía a ofrecer el micrófono para entonar el la-la-la-la-la-la-la-la, que todos coreamos a pleno pulmón. Sin dar respiro, la banda, que sonó espectacular, comenzaba a interpretar «Lust for Life». La Iguana no dejaba de recorrer el escenario y los asistentes teníamos ya la sensación de encontrarnos ante un concierto que sería irrepetible.

iggy_pop_latitudes_2022

«Death Trip» daba paso a «James Bond», una de las pocas concesiones a su último disco, «Free» (2019). Con «Sister Midnight» y «Mass Production» volvía el Iggy más clásico. La instrumental «Free» daba un respiro a Iggy Pop, que abandonaba brevemente el escenario. La traca final llegó con los temas de The Stooges. La Iguana volvía con una cazadora de cuero que le duró puesta un suspiro, encarando «Gimme Danger». «I’m Sick of You», su canción favorita junto a The Stooges, en sus propias palabras, daba paso de nuevo al Iggy más incendiario, con «Down On the Street» y el clásico «Search and Destroy». Iggy se marchaba del escenario en lo que creíamos sería el punto final del espectáculo, sin embargo, hubo bis. Ante la aclamación popular, Iggy Pop volvía a escena para interpretar «Fun House», que ponía, ahora sí, el cierre.

iggy_pop_latitudes_2022

A sus 75 años, Iggy Pop parece haber hecho un pacto con el diablo. Aunque su piel y su figura muestren las huellas del paso del tiempo, su energía y su voz parecen no corresponderse con su cuerpo. La banda que le acompaña en directo suena de miedo. Todos se quedan en un segundo plano dejando el protagonismo a Iggy, como es lógico, pero su labor es excepcional. 

Otro factor clave en el éxito del concierto, muy a tener en cuenta, fue el público. A diferencia de otros macrofestivales, aquí todos veníamos a ver a Iggy Pop. Todos coreábamos las canciones, saltábamos y nos mirábamos mientras cantábamos juntos. Iggy tuvo el público que se merecía, y la química fue total. El de Iggy Pop fue, indiscutiblemente, el gran concierto de esta primera edición del Latitudes y uno de los mejores que hemos vivido en Galicia este año Xacobeo.

the vaccines latitudes 2022

Salir a tocar después de un mito es, con perdón, una putada. The Vaccines eran conscientes de ello, pero salieron con energía a jugar sus cartas. Comenzaron con «I Can’t Quit», marcando la línea que seguiría el concierto. Con «I Always Knew» Justin Hayward-Young demostraba su carisma sobre el escenario, recuperando ese rock clásico y atemporal que ofrecían en sus primeros trabajos. «Teenage Icon» y «Wreckin’ Bar (Ra Ra Ra)» seguían esa línea, flirteando con el surf rock y el rockabilly. «Wetsuit», «Post Break-Up Sex» o «A Lack of Understanding» volvían a hacernos sentir como en una de aquellas películas norteamericanas sobre adolescentes y sus veranos en los años 50 (te echamos de menos, Sandy). 

the vaccines latitudes 2022

Siguiendo esa línea rockabilly que se les da tan bien, «No Hope» o «Wolf Pack» siguieron haciéndonos bailar. Aunque en otra línea mucho más pop, las pegadizas «Headphones Baby» o «Handsome» también nos hicieron saltar y corear sus letras. Pero sin lugar a dudas, el momentazo llegó con la canción que se sabía todo el mundo, «If You Wanna», que todos los presentes cantamos y bailamos. Tras los agradecimientos pertinentes, The Vaccines terminaban su concierto con «All in White».  

Como ellos mismos reconocieron, es un honor tocar después de Iggy Pop, aunque, y esto lo decimos nosotros, también una faena. The Vaccines aprobaron el examen con nota y ofrecieron un concierto en el que conectaron con el público a través de sus canciones. Personalmente, eché de menos «Paranormal Romance» o «Back in Love City», pero fue un buen concierto. Entra directamente a nuestro top 3 de esta primera edición del Latitudes, por detrás del memorable concierto de Iggy Pop y del bolazo de Mando Diao.

Si algo nos ha demostrado esta primera edición del Latitudes es que sigue habiendo un público para el rock. Una audiencia de mayor edad en líneas generales (los menores de 30 eran el sector más escaso), pero con mayor ilusión, ya que los festivales cada vez se orientan a los más jóvenes, dejando de lado a un importante sector de la población. Si bien hay cosas que mejorar en el recinto (las escasas posibilidades gastronómicas de los pocos food trucks que había o la escasa zona de baños, solo una para miles de asistentes), Latitudes puede convertirse en el pequeño Vilar de Mouros vigués, apostando por combinar grupos gallegos o nacionales con algún artista de renombre. ¿Qué tal suena Patti Smith para el año que viene?

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