Vodafone Paredes de Coura 2024 (14 agosto): A veces no suena la flauta
Teníamos la cita marcada en rojo en el calendario desde hacía meses. En esta nueva edición, el Vodafone Paredes de Coura reunía un cartel más ecléctico que nunca, con buenos cabezas de cartel repartidos en los 4 días del festival y estilos para todos los gustos. Había gran expectación por ver a IDLES, Fontaines D.C., L’Impératrice, Sleater-Kinney, Sampha, Girl in Red o Cat Power, por citar apenas un puñado de los casi 50 artistas que formaban el cartel de este año.
Desde primera hora de la tarde y con el calor que hizo todos los días del festival, la Praia Fluvial do Taboão estaba ya atestada de campistas, de los cuales muchos ya llevaban varios días acampando y disfrutando de los conciertos de Sobe a Vila, que traen a artistas portugueses al centro del pueblo para amenizar la estancia de los primeros en llegar al festival durante los días previos.
Los portugueses NOISERV y First Breath After Coma, junto a la Banda de Música de Mateus, abrían el Palco Vodafone. Al margen de sus respectivas carreras en solitario, ambas bandas llevan años colaborando y han creado un espectáculo en el que reinterpretan canciones de ambos grupos, además de algunos temas propios. Canciones como «Umbrae», «I Don’t Want Nobody» o «Salty Eyes» sonaban en el mismo escenario al que, apenas un año antes, Explosions in the Sky (First Breath After Coma toman su nombre de una de sus canciones) se subían para interpretar su álbum «The Earth Is not a Cold Dead Place». Un concierto muy especial y cargado de épica y emociones que reafirma una vez más la necesidad de dar voz en el festival a las interesantes propuestas musicales portuguesas. La suya fue una de las grandes sorpresas de esta edición del Vodafone Paredes de Coura.
Sababa 5 se subían al Palco Yorn para presentar su fusión de funk, psicodelia y música oriental. Aunque no fuesen lo mejor de la jornada, su apuesta instrumental y muy bailable hizo disfrutar al público que se acercó a verles.
Había bastante expectación por ver a los misteriosos Glass Beams. Escondiendo sus rostros tras máscaras hechas con pequeñas cuentas de cristal, la banda liderada por Rajan Silva, músico y productor de ascendencia india, fusionó psicodelia y música oriental en uno de los conciertos más originales y distintos del festival. «Rattlesnake», «Mahal» o «Mirage» fueron algunos de los temas que interpretaron y que los confirman como un grupo al que habrá que seguirle la pista.
El austríaco Dorian Concept traía su electrónica ambiental y compleja al Palco Yorn. Tercer concierto consecutivo de música instrumental de la tarde, su música no acabó de encajar para el lugar y la hora. Un concepto mucho más experimental que sí encajaría en un Sónar o en un WOS, pero que aquí a las 20:40 de la tarde se nos hizo bola. La sobriedad de su puesta en escena tampoco ayudó en absoluto.
Y llegó uno de los momentos más esperados y temidos del día: André 3000 llegaba para presentar «New Blue Sun», un disco instrumental que gira en torno al protagonismo de la flauta y el «wind controller», una especie de instrumento de viento que no es sino un controlador MIDI asociado a uno o varios sintetizadores. Un álbum de casi 90 minutos de duración (que ha sido aclamado por Pitchfork, por supuesto) con el que no sabíamos si el ex-Outkast nos iba a sorprender o, simplemente, trataba de tomarnos el pelo. Se trataba de lo segundo. Ni siquiera interpretó el disco tal y como fue grabado, sino que se dirigió al público para decir que la música que iba a sonar sería improvisada y compuesta a medida que tocaban. Por mucho que el público del Vodafone Paredes de Coura siempre haya estado abierto a escuchar todo tipo de géneros y a dar una gran acogida a artistas de jazz poco habituales en festivales, no es tonto y acogió su directo con una completa indiferencia y frialdad.
El británico Sampha, en cambio, sí estuvo a la altura de las expectativas. Arropado por una banda que se situó formando un cuadrilátero, su música sonó de lujo, con una atención al detalle que rozaba la orfebrería musical. Su mezcla de soul, R&B y música electrónica parecía hecha a medida para un escenario tan especial como el de este festival. «Spirit 2.0», «Plastic 100 ºC» o «(No One Knows Me) Like the Piano» no faltaron en un concierto tan delicado como emocionante, con un Sampha que se animó en más de una ocasión a salirse del cuadrilátero para cantar y bailar frente a un público que le dio una cálida acogida. Probablemente fue el mejor concierto del día, conjugando música y emociones con un espectáculo sencillo pero impecable. Enorme.
George Clanton llegó dispuesto a liarla, y vaya si la lió. Acompañado de una batería y bases pregrabadas, su música hedonista y bailable llenó el Palco Yorn. El norteamericano bajó a bailar y cantar entre el público montando una buena fiesta. Sus canciones pueden recordar en ocasiones a la música de Happy Mondays, pero eso no es realmente importante. Las canciones de Clanton están hechas expresamente para la diversión y el baile. Lo que le sobró a su directo fue la verborrea del artista, que pasó casi tanto tiempo hablando como cantando.
Recientemente galardonado con 3 premios Grammy, el rapero Killer Mike, parte también del incendiario dúo Run The Jewels, llegaba al Vodafone Paredes de Coura para reivindicar un género cada vez más presente en el festival, el hip-hop. Su directo, acompañado de un dj y cuatro voces (3 chicas y 1 chico) se debatió entre el gospel, el soul y el rap, con una ceremonia casi eclesiástica. Incluso para los que no somos especialmente entendidos del género, fue un concierto de hip-hop estupendo y vibrante, que contó con la complicidad del público.
Aunque acaban de debutar, Model/Actriz han llamado ya la atención de la crítica y están ganando adeptos gracias a su directo. No es para menos. La banda liderada por Cole Haden se mueve entre el post-punk y el noise rock, con Cole aportando un toque queer que no es nada habitual en el género. La presencia de Cole en el escenario desde luego no pasa desapercibida y llegó arrasando al Palco Yorn. La atmósfera musical oscura y obsesiva nos iba sumergiendo en un concierto en el que no podías despegar la vista del carismático Cole, que también bajó a darse un baño de masas. Sin duda otra de las sorpresas de esta edición del festival.
La primera jornada del festival nos dejaba luces y sombras, con buenos conciertos pero también con un sonoro fracaso como fue el directo de André 3.000. Todavía quedaban varios días por delante y los presentimientos eran buenos, solo podía ir a mejor.