Festival Vodafone Paredes de Coura 2019 (15 de agosto): blue thursday

Hablar del festival Vodafone Paredes de Coura es ir más allá de los conciertos. Además de ellos, están las Vodafone Music Sessions, conciertos casi secretos y por sorpresa de artistas como Avi Buffalo o Capitão Fausto en plena naturaleza y, por supuesto, la Praia Fluvial do Taboão. Esas imágenes idílicas que vemos año tras año de campistas bañándose o tirados al sol en las horas previas al festival, son una de las señas de identidad del festival luso.

Si no pisas la Praia Fluvial, parece que no estás en Paredes de Coura, así que no íbamos a ser menos. Amenizando la tarde estaban las sesiones de lectura de Vozes na Escrita en el Palco Jazz na Relva. Así, mientras unos prestaban atención a las charlas, otros tocaban la guitarra, leían, jugaban a las cartas o se daban un chapuzón. El entorno del festival Vodafone Paredes de Coura es una de las características que más lo hacen destacar sobre otros festivales, creando un ambiente que recuerda más al del legendario Woodstock que al de otros festivales actuales.

Stella Donnelly fue una de las incorporaciones de última hora al cartel, tras las cancelaciones de Yellow Days y Julien Baker. Y, aunque para un servidor Julien Baker sea irremplazable, Donnelly dio uno de los mejores conciertos del festival. Derrochó simpatía desde el primer minuto y acabó llenando el Palco Vodafone.FM hasta los topes. La artista combinó una parte de su actuación en la que se bastó de su voz y su guitarra, en temas como «Beware of the Dogs», «U Owe Me» o «Mosquito», con otra en la que se acompañó de banda, con canciones como «Old Man», «Season’s Greetings» o «Die», que incluyó una simpática coreografía junto a otra chica del grupo. Especialmente emotiva fue «Boys Will Be Boys», una canción que habla sobre abusos sexuales y los prejuicios que buena parte de la sociedad sigue teniendo a la hora de cuestionar a las víctimas, y que se ha convertido en todo un himno en la era del #MeToo.

Donnelly se ganó al público con su naturalidad y sus canciones, del indie pop más bailable a la emoción de su voz y su guitarra. Acaba de debutar con «Beware of the Dogs», pero ya apunta alto y habrá que seguirle la pista. El suyo fue uno de los grandes conciertos del jueves.

A medida que mirábamos los horarios, confirmábamos nuestras peores sospechas: los conciertos de ambos escenarios se solapaban. No en todo momento (el Palco Vodafone.FM paraba durante el prime-time del Palco Vodafone), pero sí lo suficiente como para obligarnos a elegir entre ver unos conciertos completos y otros a medias. Cuando salimos de ver a Stella Donnelly, Alvvays ya iban por la mitad de su concierto en el escenario grande. Los canadienses sonaron bien y nos deleitaron con canciones como «Party Police» o «Dreams Tonite», aunque faltó un pelín de emoción.

Lo de los horarios solapados fue el gran hándicap de esta edición del festival. Si te quedabas a ver un concierto entero del escenario grande, para cuando llegabas al Palco Vodafone.FM lo más probable era que te quedases sin sitio. El caso de Boy Pablo fue ése. Con sólo dos EP’s en el mercado, los noruegos levantaron tal expectación que no cabía un alfiler en la carpa (ni fuera de ella). Por su ubicación, el escenario tampoco tiene pantallas y se hacía especialmente difícil seguir el concierto desde lejos. Alcanzamos a ver alguna coreografía, una canción a cappella y esas proyecciones de fondo que parecían viejos salvapantallas de ordenador en movimiento, pero poco más. He oído que fue de los mejores conciertos, pero no puedo decir nada al respecto, la verdad.

Car Seat Headrest jugaban sobre seguro. El grupo de Will Toledo ya venía de triunfar a su paso por el festival en 2017, así que sabían que el público portugués estaría de su lado. Canciones casi convertidas ya en himnos como «Fill in the Blank», «Destroyed by Hippie Powers» o «Drunk Drivers/Killer Whales» propiciaron pogos y crowdsurfing, algo muy habitual entre el público de las primeras filas del Paredes de Coura. Un concierto disfrutable y entretenido que confirmó la buena sintonía entre la banda y el público luso.

Los legendarios New Order fueron los culpables del sold-out del jueves. El hecho de que, además, fuese festivo nacional en España, favoreció (al igual que el día anterior) la afluencia de numeroso público español. Con música de Wagner de fondo, los británicos salían a escena con la potente «Singularity», de su más reciente álbum «Music Complete» (2015). Le siguió «Restless», del mismo disco, pero pronto llegó el momento para el recuerdo con «She’s Lost Control» y «Transmission», de Joy Division, durante las que se proyectaron de fondo imágenes de Ian Curtis, momento acogido con gran entusiasmo y emoción entre el público. Canciones de siempre de New Order como «Sub-culture» o «Your Silent Face» convivieron con temas más recientes como «Tutti Frutti», en la que, por desgracia, se hizo evidente que Bernard Sumner no está en la mejor forma y se quedaba en ocasiones sin aire o entrando tarde en la canción. Pero el mito superó a la realidad y nos rendimos ante la mítica «Bizarre Love Triangle», uno de los momentos álgidos del show. No supimos muy bien que pintaba «Waiting for the Siren’s Call» después, con todos los hits que tiene la banda (se quedó fuera «Crystal», inexplicablemente), pero recuperaron el pulso con «Plastic» antes de la traca final. Llegó «True Faith» seguida de «Blue Monday» y se desató el fervor generalizado. Cómo no, el himno fue uno de los más coreados en todo el festival, y la canción que todos estaban esperando. El final lo puso otro gran éxito de siempre del grupo, «Temptation».

New Order dejaron el escenario pero volvieron para un bis protagonizado por dos canciones de Joy Division, «Atmosphere» y la mil veces tarareada «Love Will Tear Us Apart», que supuso un final apoteósico para el concierto de los británicos. El concierto fue inolvidable, pero sí que es cierto que Sumner no tiene la envidiable forma física de Dave Gahan o Iggy Pop sobre las tablas. Sin embargo, el batería Stephen Morris sí demostró estar en plena forma, llevando sobre los hombros el pulso y la responsabilidad de las canciones.

New Order (setlist Vodafone Paredes de Coura 2019):

1. Singularity
2. Restless
3. She’s Lost Control (Joy Division)
4. Transmission (Joy Division)
5. Your Silent Face
6. Tutti Frutti
7. Sub-culture
8. Bizarre Love Triangle
9. Waiting for the Siren’s Call
10. Plastic
11. True Faith
12. Blue Monday
13. Temptation
14. Atmosphere (Joy Division)
15. Love Will Tear Us Apart (Joy Division)

Se temía una espantada general tras el concierto de New Order, pero no fue así. Sólo los españoles que trabajaban al día siguiente abandonaron el recinto. Los portugueses esperaban a Capitão Fausto como agua de mayo. La banda lusa de indie pop ya pasó por el festival en el pasado, pero ahora volvían convertidos en uno de los grandes grupos nacionales. Difíciles de clasificar, influencias de bandas pop clásicas de los 60 se mezclan con melodías pop más actuales. Canciones como «Amor, a Nossa Vida», «Morro na Praia», «Amanhã Tou Melhor» o «Boa Memória» suenan estupendamente, pero entre el público portugués causan auténtico fervor. Tanto es así que Tomás Wallenstein, vocalista del grupo, acabó haciendo crowdsurfing, arrojándose entre el público de las primeras filas para darse un auténtico baño de masas.

El Vodafone Paredes de Coura sigue apostando fuerte por la música portuguesa, y siempre es bonito ver como las bandas crecen en el propio festival, emocionándose ante la gran acogida del público. Para algunos, especialmente el público portugués, fueron el gran concierto del día, por delante incluso de New Order. Emocionados, varios miembros del grupo volvían para recibir la ovación de los allí presentes, casi pellizcándose para comprobar cómo un sueño se había hecho realidad.

*Todas las fotografías de esta crónica son cortesía de la organización del festival Vodafone Paredes de Coura. © Hugo Lima